En las clínicas dental ROB se aconseja que la primera visita de un niño al especialista (llamado odontopediatra) sea cuando haya completado toda la dentición de leche, que consta de 20 dientes, lo que sucede alrededor de los tres años de edad.
En esta visita, el odontopediatra examinará la boca del pequeño: dientes, frenillos, encías y oclusión. Detectará si hay algún problema y enseñará a los padres el modo correcto de limpiarse los dientes y de mantener una buena salud dental del niño.
La caries, el problema número uno para acudir a tu dentista
La caries no es más que una infección del diente producida por microbios que segregan unos ácidos que van destruyendo el diente.
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Factores de tener caries en niños y adolescentes
Constituye la enfermedad crónica infantil más común, con una prevaléncia cinco veces mayor que la segunda, el asma infantil.
Algunos de los factores que nos hacen padecer caries:
Heredando caries de nuestro padres
Si nuestros padres sufrían o sufren de caries es muy normal que la heredemos.
Bacterias
Los microbios que provocan la caries son adquiridos. El bebé nace con la boca estéril y poco a poco se va colonizando de microbios.
Estos se transmiten normalmente a través de los padres y familiares del niño por llevar a cabo malas costumbres como, por ejemplo, limpiar el chupete o la tetina del biberón con la boca, utilizar la misma cuchara que el bebé o incluso besar a los hijos a la boca.
Dieta
La dieta del niño debe ser variada y en ella se han de incluir frutas, verduras y pescado. Las dietas a base de pizza, pasta y patatas fritas no sólo no favorecen la salud dental sino que promueven la obesidad y otras dolencias asociadas.
En el tema de la caries, es importante destacar que los niños no deben abusar de los zumos de fruta envasados, chucherías y caramelos, bebidas carbonatadas, ketchup (contiene una importante cantidad de azúcar) y bollería.
Tiempo de exposición
Es el tiempo en que los dientes están expuestos a los ácidos derivados del azúcar. Por tanto, cuanto más tarde el niño en tomarse un zumo, una pieza de bollería… más tiempo permanecerán sus dientes en contacto con el azúcar y más ataque ácido se producirá. De ahí, por ejemplo, que no sea nada aconsejable que el niño se ponga a merendar delante de la televisión.
Higiene oral
Debe ser regular y de calidad. Hasta el primer año de edad basta con limpiar los pocos dientes que tiene el niño con una gasa humedecida.
A partir de los 2 años, ya se puede introducir el cepillo dental y la pasta, que iremos adecuando a su edad.
Éste debe tener el cabezal pequeño y las cerdas suaves. Existen cepillos en el mercado que están diseñados especialmente para que los padres puedan cepillar los dientes de los más pequeños.
Es importante que los mayores le mostremos cómo hacerlo para que más adelante pueda hacerlo él solo: le pasaremos el cepillo con delicadeza después de cada comida. En cuanto a la cantidad de pasta, debe ser mínima (el tamaño de una lenteja).
