En términos técnicos, un empaste dental es un tratamiento que sirve para reparar un diente dañado por las caries, mediante un procedimiento conocido como obturación.
Nuestros profesionales son las personas indicadas para darnos a conocer en qué casos necesitaríamos un empaste dental.
Se puede destacar que el mismo se lleva a cabo según lo necesite el caso en particular, para ello lo primero que hace el odontólogo es una evaluación cuidadosa, luego de ella básicamente lo que se hace es retirar el tejido afectado, lo que deja una cavidad que posteriormente se rellena con el empaste seleccionado y para terminar se pule y ajusta la oclusión.
El resultado debe ser un diente sano, que se vea bien estéticamente y cumpla su función de manera óptima.
Contenido
¿Cuándo es necesario un empaste dental?
La caries es la enfermedad bucodental más común en todo el mundo, afecta a personas de cualquier edad, sexo y condición social, si no es tratada a tiempo puede llegar a necesitar tratamientos avanzados y en el peor de los casos puede ocasionar la perdida de la pieza dental.
La única manera de prevenirla es maximizando la higiene bucodental, de manera de mantener la boca libre de bacterias y los ácidos que estas producen paulatinamente en la boca, además es recomendable controlar la ingesta de azucares ya que favorecen la producción de dichos ácidos.
Un empaste es necesario cuando aparece una caries, el mismo permite eliminar la caries sin comprometer la estética y funcionabilidad.
Este proceso es indoloro y el más recomendado por los odontólogos excepto en casos muy avanzados o en pacientes con condiciones especiales donde pueden recomendar otras técnicas.
Lo que debemos saber de los empastes dentales
Este procedimiento es algo realmente sencillo, se realiza de 35 a 45 minutos, en algunos casos amerita una anestesia local, esto dependerá de que tan profunda este la caries.
Se empieza eliminando la parte afectada realizando un grabado sobre el esmalte, se aplica un adhesivo para sustentar el relleno. Este relleno se coloca por capaz y se moldea para devolver al diente o muela su forma original.
Es posible que se sienta sensibilidad a los alimentos muy fríos o muy calientes, para disminuir ésta se puede aplicar algún barniz especial. En caso de que persista la sensibilidad será necesario reemplazar el empaste.
Los usos del empaste van desde la oclusión de caries pequeñas, hasta la reconstrucción de dientes muy dañados y únicamente está contraindicado en los dientes frontales con daño causado por el desgaste por bruxismo.
Antes de iniciar este tratamiento es necesario conocer las necesidades del caso, a fin de escoger el tratamiento más conveniente a su caso particular.
Un empaste bien cuidado puede durar más de 10 años y dependerá de la higiene oral y hábitos o costumbres alimenticias, para maximizar la vida del empaste, es recomendable seguir las indicaciones del odontólogo.
Prestar atención a la higiene, hacer uso del hilo y del enjuague bucal y además acudir periódicamente al dentista o por lo menos una vez al año, son las claves y garantizan la durabilidad de los empastes y la salud dental.
Tipos de empastes dentales
- Bio-compatible: Se utilizan materiales plásticos como el composite y cerámica, son empastes resistentes, su color se camuflajea con el del diente natural. Ofrece durabilidad y no es tan costoso. A pesar de su buena apariencia estética presenta como desventaja su baja duración en comparación con los de Amalga.
- Amalgama: Se realizaban con la aleación de metales y mercurio, son de color negro y resultan muy antiestéticos. Se han dejado de usar debido a los peligros que representa su composición. En caso de tener algún empaste de este tipo, consulte con su dentista de confianza para que determine si es recomendable su sustitución.
- Oro: Se realizaba formando una aleación de oro, cobre y otros metales, todavía hay personas que los llevan, pero actualmente casi ningún odontólogo los realiza.
