En nuestra clínica dental llevamos años ayudando a miles de pacientes a cuidar de su salud bucodental, resolviendo desde los casos más sencillos hasta los más complejos. Uno de los motivos de consulta más comunes —y urgentes— es el dolor de muelas, un síntoma que no solo interfiere con la vida diaria, sino que muchas veces revela problemas más profundos. Nuestro equipo, formado por odontólogos expertos en diagnóstico y tratamiento del dolor, se esfuerza cada día por ofrecer soluciones eficaces, personalizadas y basadas en la evidencia clínica.
Hemos tratado cientos de casos de dolor de muelas en pacientes de todas las edades. Sabemos lo incómodo que puede llegar a ser, cómo afecta al descanso, al trabajo, e incluso al apetito. Y, sobre todo, sabemos que detrás de ese dolor hay causas concretas que se pueden identificar y tratar adecuadamente si se actúa a tiempo.
Por eso hemos preparado este artículo, en el que queremos explicarte por qué se produce el dolor de muelas, qué lo origina y qué señales no debes ignorar. Comprender lo que le ocurre a tu cuerpo es el primer paso para solucionarlo. Si tienes molestias en alguna pieza dental, sigue leyendo: te contamos todo lo que necesitas saber.
Caries profundas: una causa frecuente del dolor de muelas
Una de las causas más comunes del dolor de muelas son las caries no tratadas a tiempo. Cuando una caries avanza y alcanza las capas más internas del diente, como la dentina o incluso la pulpa, comienza el dolor. Esta molestia puede ser leve al principio, pero rápidamente se intensifica.
El dolor de muelas provocado por una caries suele manifestarse como una sensibilidad aguda al frío, al calor o al dulce. En casos más avanzados, aparece un dolor constante, punzante y difícil de ignorar. Incluso puede extenderse a otras zonas de la cara o cabeza.
En nuestra clínica realizamos revisiones periódicas para detectar las caries antes de que lleguen a ese punto. Cuanto antes se diagnostique, más sencillo y conservador será el tratamiento. En caso de que el daño sea profundo, el tratamiento más habitual es una endodoncia, que permite salvar el diente y eliminar el dolor de muelas de forma definitiva.
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Infecciones dentales y abscesos
Otra causa frecuente de dolor de muelas es la presencia de una infección. Cuando una caries o fractura permite la entrada de bacterias al interior del diente, se produce una inflamación de la pulpa y, si no se trata, puede derivar en un absceso dental: una acumulación de pus muy dolorosa.
Este tipo de dolor de muelas suele ir acompañado de otros síntomas como hinchazón, fiebre, mal sabor de boca e incluso dificultad para abrir la boca o tragar. Es un cuadro que requiere atención inmediata, ya que puede afectar a otros tejidos o incluso derivar en complicaciones más serias.
En nuestra clínica abordamos este tipo de infecciones con tratamientos de urgencia, que pueden incluir antibióticos, drenaje del absceso y posteriormente una endodoncia o extracción del diente afectado. Lo importante es no ignorar el dolor de muelas y actuar lo antes posible.
Bruxismo: el dolor que no siempre se asocia a los dientes
El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante la noche. Aunque no siempre se percibe, puede provocar un fuerte dolor de muelas, sensación de presión o incluso molestias musculares en la mandíbula.
Este tipo de dolor de muelas no se debe a una lesión directa del diente, sino al exceso de fuerza ejercida sobre ellos. Con el tiempo, puede desgastar el esmalte, generar microfisuras y aumentar la sensibilidad dental. Además, afecta a la articulación temporomandibular (ATM), provocando dolor al masticar o al despertar.
En nuestra clínica realizamos estudios específicos del bruxismo y confeccionamos férulas de descarga personalizadas para proteger los dientes durante la noche. Con un buen diagnóstico, se puede aliviar el dolor de muelas relacionado con el bruxismo y evitar daños mayores.
Muelas del juicio: cuando el crecimiento duele
La erupción de las muelas del juicio suele ser otra causa típica de dolor de muelas, especialmente en adultos jóvenes. Cuando no hay suficiente espacio en la arcada, estas muelas pueden quedar parcialmente retenidas o salir torcidas, generando presión, inflamación y dolor.
El dolor de muelas por muelas del juicio se localiza habitualmente en la parte posterior de la boca y puede irradiarse hacia el oído, la cabeza o el cuello. También es frecuente que se acompañe de inflamación de las encías, dificultad para masticar o incluso infecciones recurrentes (pericoronaritis).
Tras un estudio radiográfico, valoramos si es necesario realizar la extracción. En muchos casos, esta intervención sencilla resuelve por completo el dolor de muelas y previene futuras complicaciones.
Fracturas o fisuras dentales
Un diente fracturado o con fisuras —ya sea por un golpe, una mordida fuerte o desgaste— puede dar lugar a un dolor de muelas que aparece de forma intermitente, especialmente al morder. Estas grietas permiten que las bacterias lleguen a capas internas del diente, provocando sensibilidad o infección.
A veces, el dolor de muelas aparece sin que el paciente recuerde el momento exacto de la fractura, ya que puede ser imperceptible a simple vista. Por eso, es importante realizar radiografías o pruebas clínicas cuando el origen del dolor no es evidente.
En función del tipo de daño, puede tratarse con una reconstrucción, una corona o incluso una endodoncia si la fractura afecta al nervio. Identificar la causa exacta del dolor de muelas es clave para aplicar el tratamiento adecuado y conservar la pieza.
Retracción de encías y sensibilidad dental
Cuando las encías se retraen, dejan expuesta parte de la raíz del diente, una zona muy sensible al frío, al calor y a ciertos alimentos. Esto puede provocar un dolor de muelas que se confunde con caries u otras patologías, pero que en realidad tiene su origen en el desgaste del tejido gingival.
Este tipo de dolor de muelas suele ser breve pero intenso, como un pinchazo, y aparece al comer o beber. Las causas pueden ser múltiples: cepillado agresivo, enfermedades periodontales, maloclusión o envejecimiento natural de los tejidos.
Para aliviarlo, aplicamos tratamientos con selladores, barnices de flúor o pastas específicas para dientes sensibles. También trabajamos en la corrección de la causa subyacente, para evitar que el dolor de muelas vuelva a aparecer.
Cambios de presión y factores externos
Hay situaciones en las que el dolor de muelas se desencadena por cambios de presión, como ocurre al volar en avión o al bucear. Esto se debe a que las cavidades internas de los dientes (especialmente si hay caries no tratadas) pueden reaccionar ante la variación de presión atmosférica.
También ciertos hábitos como el consumo excesivo de alimentos muy fríos o muy calientes, o el uso inadecuado de blanqueamientos caseros, pueden provocar molestias dentales que se interpretan como dolor de muelas.
Ante cualquier dolor que se repite o aparece en determinadas condiciones, es fundamental hacer una revisión. A veces el dolor de muelas es el primer aviso de que algo más profundo está ocurriendo.
¿Sientes dolor de muelas y no sabes por qué?
En nuestra clínica dental estamos preparados para ayudarte a identificar la causa exacta de tu dolor de muelas y aplicar el tratamiento más adecuado. Pide tu cita hoy mismo y ponle solución definitiva a ese malestar que no te deja vivir tranquilo. Tu salud empieza por tu boca.
