Las personas que padecen mal aliento no suelen darse cuenta. Sin embargo, esto tiene efectos a nivel personal y profesional, ya que el entorno sí puede darse cuenta de este desagradable problema.
Desde Rob Dental, te explicamos cuáles son las principales causas del mal aliento y de qué forma puedes evitarlas.
Contenido
Mal aliento: un problema con diversas causas
Cuando hablamos de mal aliento o halitosis, es importante diferenciar aquel que tiene lugar de forma puntual y el derivado de otras alteraciones de salud.
Es muy habitual padecer un episodio temporal de mal aliento al consumir determinados alimentos, como por ejemplo ajo.
No obstante, aquí nos centraremos en explicar aquellos hábitos que provocan halitosis, para que puedas detectarlos y prevenirlos.
¿Cuáles son los principales hábitos que provocan mal aliento?
Higiene oral deficiente
Sin duda, una de las principales causas de mal aliento es llevar a cabo una mala higiene dental.
Las personas que no se cepillan los dientes regularmente ni emplean hilo dental, experimentan una acumulación bacteriana en la cavidad oral.
Esto, entre sus diversas consecuencias -enfermedades como la caries– incluye el mal aliento.
Además de la higiene oral diaria, es muy importante visitar al dentista al menos una vez al año para someterse a una limpieza profesional.
De esta manera, el higienista podrá eliminar los restos de sarro adheridos a los dientes y a las encías, previniendo problemáticas futuras.
Fumar
El tabaco es otro de los principales causantes de halitosis entre la población. Los perjuicios para la salud de fumar no sólo se limitan a la boca, sino que se extienden a todo el organismo.
Además del mal olor resultado del consumo frecuente de tabaco, este hábito también ocasiona otras problemáticas, como tinción dental, enfermedades periodontales o incluso el desarrollo de cáncer.
Falta de hidratación
Beber agua es imprescindible para mantener el organismo en funcionamiento y mantener el cuerpo hidratado.
La falta de agua también afecta a la boca, hasta el punto de poder ocasionar xerostomía, es decir, sequedad bucal.
No beber agua regularmente afecta a la segregación de saliva, un mecanismo imprescindible no solo para limpiar la boca, sino para combatir las bacterias presentes en la cavidad oral.
Infecciones y otras alteraciones
Cuando tiene lugar una infección bucal, es habitual que uno de los síntomas sea notar un olor desagradable.
Esto también sucede con otros trastornos o enfermedades que tienen lugar en el área circundante, como son la nariz o la garganta.
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Estar atento a cualquier síntoma anómalo que se produzca en tu boca puede ahorrarte muchos problemas. Y es que, un diagnóstico a tiempo a menudo impide que la enfermedad evolucione, previniendo así mayores complicaciones.
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